La Fundación Sandra Ibarra recibe el apoyo de SEBBIN para impulsar la investigación frente al cáncer de mama en pacientes jóvenes

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  • Los fondos de la Beca de Investigación SEBBIN por Teresa Lloret se destinarán a apoyar un proyecto de investigación sobre cáncer de mama en pacientes muy jóvenes liderado por la Doctora Ana Lluch en el INCLIVA, con el que la Fundación mantiene un acuerdo de colaboración
  • El cáncer de mama es el más frecuente en mujeres a nivel mundial. Aunque la edad media de diagnóstico son los 61 años, en los últimos años se está evidenciando un aumento en la incidencia del cáncer de mama en edades tempranas con unas características patológicas más agresivas: aproximadamente 1 de cada 40 mujeres diagnosticadas es menor de 35 años

SEBBIN Ibérica suma esfuerzos frente al cáncer de mama en pacientes jóvenes creando la Beca de Investigación Sebbin por Teresa Lloret. Se trata de una beca con nombre propio, en honor a su compañera fallecida durante el confinamiento a consecuencia de un cáncer, cuya pérdida fue el acicate que llevó a Sebbin a colaborar con la Fundación Sandra Ibarra apoyando un proyecto del INCLIVA liderado por la catedrática Ana Lluch, implicándose así de forma activa en la suma de esfuerzos frente a esta enfermedad desde su raíz: la investigación.

En los últimos años, se está evidenciando un aumento en la incidencia del cáncer de mama en mujeres jóvenes de menos de 35 años. Este tipo de cáncer suele ir acompañado de mayores recaídas y secuelas irreparables como infertilidad, entre otros efectos secundarios, que tienen un impacto muy importante en su calidad de vida y que, en ocasiones, llevan a las mujeres a desarrollar trastornos psicológicos a  largo plazo. Es por ello que el principal objetivo de la investigación es demostrar que el cáncer de mama de pacientes muy jóvenes (menores de 35 años), es biológicamente distinto del cáncer de mama de pacientes mayores postmenopáusicas, y poder definir así tratamientos y protocolos diferenciados para  todas  aquellas pacientes jóvenes, logrando aumentar su supervivencia, disminuir las recaídas, además de mejorar su calidad de vida.

El compromiso de Sebbin va más allá de la donación económica, (el 1% de las ventas anuales de implantes mamarios) al programa de investigación de INCLIVA, ya que a su vez se implicará en la difusión y concienciación de las necesidades físicas, emocionales y sociales de las supervivientes a través del proyecto de la Escuela de Vida de la Fundación Sandra Ibarra. Para ello, se realizará una serie de 5 vídeos en los que supervivientes de cáncer conversarán con médicos y especialistas de diferentes disciplinas implicadas en el tratamiento y recuperación de las pacientes como la propia investigadora del proyecto, un cirujano plástico, un oncólogo, un médico estético y una nutricionista, para compartir entre todos inquietudes, reflexiones y vivencias.

SEBBIN Ibérica encontró en la Fundación Sandra Ibarra, y su proyecto Escuela de Vida, un gran aliado para este cometido. La Escuela de Vida es la primera escuela de pacientes y supervivientes de cáncer, que nace con el objetivo de dar a conocer las necesidades físicas, emocionales y sociales de los supervivientes. Con ella, la Fundación ha logrado la creación del primer Registro de Supervivientes de Cáncer de España,  y trabaja por implantar un modelo de atención y coordinación asistencial en los hospitales que dé respuesta a las necesidades de los supervivientes y genere estrategias de seguimiento más eficaces a través de la instauración de las UBICA (Unidades de Bienestar del Pacientes y Superviviente de Cáncer).

Investigación INCLIVA

El cáncer de mama es, a nivel mundial, el cáncer más frecuente en incidencia en las mujeres. En los últimos años, se está evidenciando un aumento en la incidencia del cáncer de mama en mujeres jóvenes (menores de 40 años). Aunque la edad media de aparición del cáncer de mama sean los 61 años, aproximadamente  1 de cada 40 mujeres diagnosticadas con cáncer de mama es muy joven, lo que constituye de un 5 a un 7% de todas las muertes por cáncer en estas mujeres.

Los tumores de estas pacientes exhiben, habitualmente, características patológicas más agresivas que las pacientes mayores: tamaño tumoral mayor, grados histológicos elevados, mayor porcentaje de invasión de ganglios linfáticos, sobreexpresión de HER2 y mayor frecuencia de tumores triples negativos. Por lo que,  normalmente, reciben tratamientos más agresivos (en cuanto a cirugía, radiación, quimioterapia, terapias biológicas y terapia endocrina se refiere), sin diferenciar por edad, ni teniendo en cuenta las características sociales y psicológicas que diferencian a jóvenes de mayores.

Es de vital importancia determinar si estos tumores podrían corresponder a tumores biológicamente distintos, con vías de señalización oncogénicas distintas y si podrían clasificarse como un nuevo subtipo particular dentro del cáncer de mama y, por lo tanto, se podrían utilizar nuevos marcadores para diseñar estrategias terapéuticas más específicas y menos agresivas.

Se debe mencionar también, que las mujeres jóvenes son normalmente premenopaúsicas al diagnóstico y en muchos casos tras la quimioterapia entran en una situación de amenorrea, que en algunos casos es permanente, e infertilidad (un problema muy importante para mujeres que probablemente deseaban tener hijos en el futuro). Todo esto puede causar efectos secundarios y tiene un impacto importante en la calidad de vida, llevando en muchas ocasiones a desequilibrios psicológicos a largo plazo.

Por todo ello, el objetivo principal de la investigación es demostrar que el cáncer de mama de pacientes muy jóvenes (≤ de 35 años), es biológicamente distinto del cáncer de mama de pacientes mayores postmenopáusicas, con el objetivo final de conseguir tratar a estas pacientes con fármacos dirigidos específicos contra las dianas activadas con el consiguiente beneficio, tanto social como económico, logrando aumentar la supervivencia global de las pacientes jóvenes y disminuyendo las recaídas, además de mejorar su calidad de vida.

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