Blat, el perro que sabe quién tiene cáncer de pulmón

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Según los resultados de este proyecto de investigación del hospital Clínic, cuando a Blat se le presenta una muestra de aliento de una persona con cáncer de pulmón, acierta en el 95% de los casos, incluso si el cáncer es tan incipiente que sólo mide cuatro milímetros de diámetro.

Blat le basta con olfatear una muestra de aliento de una persona para detectar si tiene cáncer de pulmón.

El perro, un cruce de labrador retriever y de pitbull, estuvo a punto de ser abandonado cuando tenía once meses. Ahora que tiene tres años y medio participa en un proyecto de investigación del hospital Clínic de Barcelona para mejorar la detección precoz del cáncer de pulmón.

Según los resultados presentados en el European Journal of Cardio-Thoracic Surgery, cuando a Blat se le presenta una muestra de aliento de una persona con cáncer de pulmón, acierta en el 95% de los casos, incluso si el cáncer es tan incipiente que sólo mide cuatro milímetros de diámetro.

Cuando se le presenta una muestra de una persona que no tiene cáncer, acierta en el 98% de los casos, incluso si se trata de un paciente con otra enfermedad respiratoria.

Estos resultados son equiparables –o incluso superiores– a los de pruebas convencionales de diagnóstico precoz de otros tumores, como la mamografía para el cáncer de mama o la detección de sangre oculta en heces para el colorrectal.

“Este perro parece capaz de detectarlo todo, incluso lesiones muy pequeñas. Estamos absolutamente asombrados”, declara Ángela Guirao, primera autora del trabajo.

Pero el objetivo final de la investigación no es utilizar perros en la detección precoz del cáncer, sino desarrollar un test de diagnóstico que se pueda utilizar de manera rutinaria en los hospitales.

Los resultados de Blat demuestran que hay moléculas que son específicas de los cánceres de pulmón y que algunas de estas moléculas pasan al aire espirado”, declara Laureano Molins, cirujano torácico del Clínic y coautor de la investigación. “Nuestro próximo objetivo es identificar cuáles son estas moléculas. Una vez identificadas, esperamos desarrollar un test que actúe como una nariz electrónica”, añade.

El aliento humano puede contener unas 3.000 moléculas distintas, informa Molins. Según sus estimaciones, “tal vez una decena, o unas pocas decenas, sean informativas para el diagnóstico precoz del cáncer de pulmón”.

El aprendizaje de Blat se inició cuando tenía un año. La adiestradora Ingrid Ramón, especialista en perros de asistencia y detección, lo había adoptado con once meses al saber que sus propietarios habían decidido abandonarlo. “Es un cruce de razas que son muy buenas para el adiestramiento. Venía hecho un hooligan porque no había sido educado. Pero le hice unas pruebas, vi que tenía un gran potencial y me lo quedé. Ahora es mi perro”.

Ingrid Ramón, que dirige la empresa Argus Dogs, ya colaboraba con el hospital Clínic en un proyecto sobre diabetes. Fue el director de aquel proyecto, el endocrinólogo Ramon Gomis, quien la puso en contacto con Laureano Molins para ampliar su colaboración al cáncer de pulmón.

Blat aprendió a identificar las muestras de cáncer de pulmón en seis meses. Estas muestras consistían en tejidos de lana en los que los pacientes habían exhalado aire y que se habían conservado en tubos cerrados herméticamente.

El adiestramiento se basó en un método llamado de refuerzo positivo. Cuando Blat olía una muestra procedente de un paciente con cáncer, se le daba comida como recompensa. Cuando olía un tejido similar que no procedía de un paciente con cáncer, no recibía comida.

Blat aprendió además que, para recibir la recompensa, tenía que sentarse. De este modo se podría saber en el futuro que, si el perro se sentaba tras oler una muestra, significaría que era de una persona con cáncer. Una vez terminado el adiestramiento, Blat olfateó 785 muestras en diferentes sesiones a lo largo de un año. La mayoría eran de pacientes con cáncer de pulmón, pero también las había de personas con otras enfermedades respiratorias y de personas sanas.

Examinó tanto muestras de fumadores como de no fumadores, de pacientes de cualquier edad, de hombres y de mujeres, de tumores localizados en cualquier lugar de los pulmones, y tanto de cánceres incipientes como avanzados. Sus resultados han sido igual de fiables para todo tipo de tumores y todo tipo de pacientes.

“Son resultados espectaculares”, declara Laureano Molins, quien recuerda que “necesitamos mejorar el diagnóstico precoz porque el 75% de casos de cáncer de pulmón se diagnostican cuando la enfermedad ya está avanzada”. La capacidad de identificar moléculas del olfato canino, apunta Molins, “es superior a la mejor tecnología de que disponemos actualmente”.

Tras estos resultados, “la investigación continúa, seguimos colaborando con el Clínic”, explica Ingrid Ramón. Ahora que está bien adiestrado, “Blat es brutote, porque es joven y muy enérgico, pero es un perro bueno y simpá-tico”. Ramón recuerda que especies como los pitbull y los rottweiler, pese a tener fama de agresivos, “son perros con aptitudes brillantes, a los que les encanta trabajar, jugar y comer, y cuando están bien socializados son tan buenos como cualquier otro perro”.

Fuente: La Vanguardia

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