Es uno de los cánceres más mortales: solo sobrevive el 5% de los pacientes.
El cáncer de páncreas es uno de los más mortales. En España la tasa de supervivencia se sitúa en el 5% ya que se trata de un cáncer que suele detectarse tarde pues no presenta síntomas hasta su etapa más avanzada. El color amarillento en la piel (ictericia), picores y alteraciones en los niveles de glucosa en sangre suelen ser algunos de esos primeros síntomas.
Ahora, investigadores del Instituto Salk de Estados Unidos podrían haber dado con una proteína que podría convertirse en el punto débil de este cáncer. Según un estudio publicado en Nature, y del que se hacen eco en ABC, un tipo de células del páncreas conocidas como células estrelladas se activan en el tejido sano para intentar aislar al tumor a través de unas proteínas que estas células secretan.
A la vez, las mismas células también secretan proteína LIF, que impulsa el desarrollo del cáncer. Los investigadores del Instituto Salk han puesto el ojo en esta proteína, que transmite señales a las células tumorales para ayudar en su progresión. Se tratarían de un biomarcador importante para detectar el cáncer de páncreas de forma más rápida a la actual.
Tony Hunter, uno de los autores del estudio, recuerda que apenas se logran avances contra este cáncer y que un descubrimiento como este puede llevar a diagnósticos más precoces así como a mejorar los tratamientos. En el caso del cáncer de páncreas, estamos ante una forma de esta enfermedad donde las células tumorales cooperan con células sanas que hay en el mismo tejido.
Yu Shi, otro investigador del Instituto Salk que ha participado en la investigación, asegura que si logran entender cómo las diferentes células interactúan en el microentorno del tumor podrán llegar a un avance clave en la lucha para curar este cáncer.
Para ello, han desarrollado una serie de cultivos celulares para analizar las proteínas exportadas desde las células estrelladas. El gran avance ha sido detectar qué tipo de proteínas de señalización son usadas entre células.
Ahora saben que esa proteína señalizadora crítica es la LIF y que si se actúa sobre ella se podría ralentizar el crecimiento del tumor y mejorar la eficacia de fármacos quimioterapéuticos como la gemcitabina.
Hasta ahora se tenía en cuenta como biomarcador del cáncer de páncreas a un carbohidrato llamado CA19-9. Los investigadores han demostrado que la proteína LIF es mejor aún, pero que quizá un tratamiento que combine ambos biomarcadores también podría ser útil en el futuro.
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