La Fundación Sandra Ibarra reunió una edición más a pacientes y supervivientes de cáncer que compartieron tres días de talleres, actividades y convivencia en Roquetas de Mar, en una cita que volvió a demostrar que la vida durante y después del cáncer se celebra cada día.
El V Festival de Vida, organizado por la Fundación Sandra Ibarra, reunió a más de sesenta participantes, en su mayoría mujeres, procedentes de distintos puntos de España para disfrutar de un encuentro lleno de energía, aprendizaje y emociones. Durante tres jornadas, el Hotel ON Neptuno de Roquetas de Mar se convirtió en un espacio de bienestar, autocuidado y, sobre todo, de celebración de la vida.
El encuentro contó además con la visita institucional del primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Roquetas de Mar, José Juan Rodríguez, acudió al festival para mostrar su apoyo al proyecto, conocerlo de primera mano y reconocer el valor de iniciativas que refuerzan la visibilidad y el bienestar de las personas supervivientes de cáncer.
Vivencias y emociones frente al mar
El domingo 28 de septiembre, la charla de bienvenida de Sandra Ibarra marcó el inicio de un programa que combinó talleres formativos en torno a la salud física, emocional y social de los pacientes y supervivientes, que les ofrecen herramientas para afrontar de la mejor manera posible el proceso oncológico. “Este es uno de los proyectos de la Fundación de los que más orgullosa me siento. Porque celebrar la vida y aprender a vivir después de sobrevivir es una de las mejores cosas que podemos hacer por los pacientes y supervivientes de cáncer”, aseguró la presidenta de la Fundación Sandra Ibarra.
La jornada comenzó con una sesión de yoga en la playa impartida por Isabel Garrucho, una actividad física que conecta con la respiración y la oportunidad de hacerlo frente al mar. El día continuó con el taller “El Poder del Humor”, guiado por el cómico Dani de la Cámara, uno de los formadores que nunca falta en el Festival. A través de diferentes dinámicas, los asistentes exploraron el humor como herramienta para rebajar el estrés, ganar perspectiva y alimentar la esperanza.
En la segunda jornada el cuidado de la piel cobró protagonismo con el taller de prevención solar en pacientes oncológicos a cargo de Jesús Pérez Fierro, responsable nacional del departamento de Oncología de La Roche Posay, que ofreció pautas clave para proteger la piel durante y después de los tratamientos oncológicos. El día terminó con una puesta de sol vestidos de blanco, un momento especial y lleno de magia que reforzó aún más los lazos entre los participantes.
Miriam Rodríguez Caro, superviviente de osteosarcoma de 32 años, que nunca falta al Festival, afirma que para ella este evento “significa alegría, fuerza y ganas de vivir” y que esta experiencia junto a personas que han pasado por la misma situación le “llena de vitalidad y de energía para todo el año”.
Un emocionante final
El tercer día de la mano de La Roche Posay, un nuevo taller centrado en la prevención de los efectos adversos en la piel derivados de la medicación oncológica, ofreciendo recomendaciones específicas adaptadas a cada fase del proceso oncológico.
Después llegó uno de los momentos más esperados: el taller “Bailando Bachata Frente al Cáncer”. Durante la pandemia, la canción “Mujer de las Mil Batallas” de Manuel Carrasco se convirtió en un auténtico himno de resistencia para las pacientes y supervivientes de la Escuela de Vida de la Fundación. Juntas bailaron en la distancia como símbolo de fuerza colectiva, y reencontrarse para interpretarla unidas siempre es una alegría compartida que emociona a todas.
Isabel Garrucho, superviviente de cáncer de cérvix y profesora de yoga del Festival, aseguró que este encuentro con otros pacientes y supervivientes le ha enseñado “la alegría de vivir, la emoción de compartir. Nos hemos reído, hemos llorado… Me voy con el corazón lleno de alegría y amor”.
El broche de oro lo puso el espacio “Diálogos experiencia del V Festival de Vida”, donde las participantes compartieron emociones, aprendizajes y mensajes de esperanza antes de una emotiva despedida con la gran sorpresa del evento: la actuación del guitarrista Juan Carmona y la cantaora Carmen Segura, que quisieron regalar su música y formar parte de este Festival, que también fue muy especial para ellos.
El V Festival de Vida volvió a demostrar que la unión, el humor, la música y el cuidado personal son esenciales para quienes han afrontado un proceso oncológico. La Fundación Sandra Ibarra reafirma así su compromiso con la visibilización de las necesidades de las personas supervivientes de cáncer y la importancia de celebrar cada instante de la vida.