La Escuela de Vida de la Fundación Sandra Ibarra nace con el principal objetivo de mejorar el bienestar y la calidad de vida de los pacientes y supervivientes de cáncer, y sus “Píldoras de Bienestar” pretenden, estos días más que nunca, acercar el bienestar a todos los pacientes y supervivientes a través de ejercicio físico, la relajación, la nutrición saludable y, una de las cosas que consideramos más importantes: el cuidado de nuestra salud mental y emocional.
Las Píldoras de bienestar de la Escuela de Vida son ofrecidas por profesionales expertos en las diferentes áreas, y en el caso de la psicología contamos con la colaboración del Centro Psicosanitario Galiani de Sevilla, que se han convertido en un referente en el apoyo psicoemocional en estos tiempos de confinamiento e incertidumbre.
«¿Y cuándo piensas realizar tu sueño?»,
le preguntó el Maestro a su discípulo.
«Cuando tenga la oportunidad de hacerlo»,
respondió éste.
El Maestro le contestó:
«La oportunidad nunca llega. La oportunidad ya está aquí.»
Anthony de Mello
1- EL PROCESO MEDITATIVO
COMO YA HEMOS SEÑALADO EN LECTURAS PRECEDENTES, EL OBJETIVO PRINCIPAL DE LA MEDITACIÓN ES FORMAR LA MENTE, ES DECIR, DEJAR DE PONER LA ATENCIÓN EN EL ENTORNO, EN EL YO=EGO, EN EL CUERPO DOLOR Y EL PASO DEL TIEMPO, O SEA, LA FORMA Y LAS COSAS EXTERIORES. PARA DE ESTE MODO, APRENDER A OBSERVAR TODO ELLO COMO UN OBSERVADOR, SIN ENJUICIAR NI ETIQUETAR ESOS CONCEPTOS DE LA MENTE.
Así, podrás transformar tu estado interior independientemente del mundo exterior. Meditar también te permite ir más allá de la mente y acceder a tu inconsciencia. Algo importantísimo, porque es en la inconsciencia donde residen todos los malos hábitos y conductas sobre los que deseas trascender.
Al principio, como no estás acostumbrado a meditar, tal vez te sientas incómodo. Pero no te preocupes. Sólo significa que tu cuerpo (que se ha convertido en tu mente) se resiste a este nuevo proceso de entrenamiento.
Tenlo permanentemente en cuenta. POR ESO, TODO ESTE APRENDIZAJE ES UN PROCESO, me tomo un tiempo para mis progresos, o sea, que sé paciente contigo mismo. DE ESTE MODO, TRANSFORMAREMOS LOS PASOS EN UN HÁBITO.
RECUERDA SIEMPRE: A LOS HÁBITOS NO SE LES PUEDE TIRAR POR LAS VENTANAS, SE LES HA DE HACER BAJAR LAS ESCALERAS.
Por ejemplo, cuando aprendes a conducir, hay un montón de detalles que tienes que procesar para que tus acciones concuerden con tus intenciones. Si recibes todas esas instrucciones de un tirón, puedes quedarte paralizado. Pero, si en lugar de ello las practicas una a una en el orden correspondiente, con el tiempo, seguro que tu conducción parecerá un solo movimiento unificado.
