Cada año hay cien mil nuevos casos de supervivientes de cáncer en España y, cansada de que sólo se hagan listas de fallecidos por la enfermedad, Sandra Ibarra ha emprendido un proyecto maravilloso, una «escuela de supervivientes», con la que pretende, según las palabras de Juan Ramón Lucas, «cambiar la mirada sobre el cáncer». Dentro de esta iniciativa destaca la publicación del libro «Diario de vida», que recoge 27 testimonios de superación.
El privilegio de vivir, es una de las reflexiones que Sandra Ibarra realiza en el prólogo de Diario de Vida. Un libro escrito por su novio, Juan Ramón Lucas, con fines solidarios, con el quieren dar visibilidad a los supervivientes anónimos del cáncer. La pareja vive un excelente momento personal y profesional. Dos enamorados que se unen aún más gracias a su nuevo proyecto.
¿Qué mensaje queríais transmitir?
Sandra: La idea surgió gracias a la Escuela de Supervivientes de cáncer que iniciamos en verano (con su Fundación Sandra Ibarra). Queríamos convertir en noticia a las personas que sí sobreviven. Siempre es noticia la gente que fallece, pero buscábamos que también lo fuera la que se cura. Registrar la vida.
Juan Ramón: La idea inicial y la pregunta que se planteó Sandra era, ¿qué pasa cuando alguien ha sobrevivido? Te ha cambiado la vida, puedes tener secuelas, y eso no se trata, porque en teoría ya tienes el alta. Queremos visibilizar a los supervivientes y ayudar a los que lo viven ahora.
“Por ahora no habrá boda. Seguimos en pecado mortal”, aclaró entre risas Sandra Ibarra.
Se lanza un gran mensaje de solidaridad y esperanza en el libro…
Juan Ramón: Uno de los testimonios, Elías, nos contó que quería cambiar la pregunta de muchos enfermos de ¿por qué?, a un ¿para qué?
Sandra: Todos quieren que su sufriento sirva para que otros enfermos ahora sufran menos.
¿Cuál es el secreto para vuestra gran conexión como pareja?
Sandra: Trabajar y seguir cumpliendo sueños juntos. Aunque no somos perfectos, a pesar de todo tenemos nuestras subidas y bajadas como todas las parejas. Con lo poco que apostaban por nosotros llevamos 13 años, con todo lo que es la vida: en los momentos buenos y malos. Aunque juntos intentamos que la mayoría sean siempre buenos.
Compartís amor y trabajo, ¿cómo disfrutáis del tiempo libre?
Sandra: Nos vamos a Asturias, un paraíso, al pueblo de Juanra y montamos a caballo. Eso es nuestra felicidad, hemos descubierto una gran conexión con estos animales. No podemos pedir más.
Juan Ramón: Nos encantan los caballos, el deporte y el silencio, porque te ayuda a conectar con tu interior y tu exterior.
¿Qué planes tenéis para el próximo año?
Sandra: Consolidar la Escuela de Supervivientes y, como dicen los latinos, seguir dándole a la vida.
